ARQUITECTURA...

"La Arquitectura es la ciencia que estudia el arte de crear espacios agradables que funcionen" .-arqvalerosoto

lunes, 21 de octubre de 2013

EL TRAUMA DE LAS INUNDACIONES

por ralero
A fuerza de residir en el vecino y conurbado municipio de Guadalupe, situado al oriente de la ciudad de Monterrey, me he visto en la necesidad, para dirigirme al sur de la Sultana a casa de mi madre, a la de mis suegros o a la oficina, a tomar las cuasi-paralelas avenidas Constitución (Blvd. Miguel de la Madrid en Guadalupe ¿?, Antonio I Villarreal ¿? en San Pedro) y Dr. Ignacio Morones Prieto que cruzan la ciudad de oriente a poniente (y viceversa) siguiendo las caprichosas riberas y riveras del río Santa Catarina. [1]
A últimas fechas debido a la presencia del huracán Dean y las situaciones climatológicas correspondientes, se han venido dando en la ciudad (y en general en casi todo el país) una buena temporada de lluvias. Por esta circunstancia me ha tocado transitar por las citadas avenidas en plena lluvia, topándome a lo largo del recorrido con sendos charcos, lagunas e inundaciones; encontrándome en el diario recorrido con todo tipo de eventos: vehículos varados, filas interminables, accidentes, caídas en baches, remojones inesperados, etc.

En una de estas interminables filas, a la orilla del río Santa Catarina, justo antes de tomar el paso a desnivel hacia Bonifacio Salinas y toda vez que a mi reproductor MP4 se le acabó la carga de la pila no pude menos que ponerme a cavilar sobre la situación que estaba viviendo: paradójicamente, estaba sobre una avenida de cuatro carriles casi por tomar un paso a desnivel relativamente nuevo en el que había un casi lago al pie de la rampa justo al lado de un río con un ancho del triple del de la avenida en la que circulaba y (al igual que en muchos otros tramos sobre la misma avenida ó sobre Morones Prieto).


¡¡No puede ser posible que haya estos encharcamientos por falta de drenaje pluvial justo al lado de un río!!



El avance de la fila me sacó de estos pensamientos y presto, puse primera en la caja de velocidades de mi Chevito, alias el Saz, cuidando de pisar continuamente el acelerador y el clutch a fin de que el mueble no se fuera a apagar al cruzar el mar que se encontraba frente a mí. Mi mente voló por unos momentos a la historia, al antiguo Egipto, al mar Rojo, a Moisés...

Al día siguiente, al ir a la oficina, me topé con la jardinera ubicada en la curva de salida de Constitución hacia el puente para tomar la Avenida Revolución, en donde han puesto algunos arreglos con motivo del Foro de las Culturas ha realizarse en esta ciudad a partir del 20 de septiembre del presente; uno de estos tenía la palabra “FÓRUM” con letras en tres dimensiones, independientes, colocadas verticalmente pero, supongo que por mala instalación o porque aún no estaba terminada, la “F” estaba descansando (tal vez sabía que aún faltaba un mes para el evento) recostada cómodamente sobre la “o”.



“La ciudad del conocimiento...” sonó la frase en mi cabeza y pensé en el Tecnológico de Monterrey y en la Uni, en la UdeM, UR y la ya casi interminable lista de escuelas y universidades que últimamente han puesto su base en la ciudad. “Entonces, no puede ser un error...” seguí pensando al evocar el encharcamiento de ayer. La fecha de inicio del Fórum me hizo pensar de nuevo en la ciudad, otro aniversario de su fundación, 411 años a partir de 1596[2] y pensé luego en su historia, sus inicios, los ataques de los aborígenes de la región, las inundaciones, la industrialización y el comercio...



“Ahí está” pensé y exclamé: “ésa es la razón”...


La ciudad Metropolitana de Nuestra Señora de Monterrey fue fundada el 20 de septiembre de 1596 por Don Diego de Montemayor2 quien, según indica la tradición, con 12 familias se estableció en el llamado Valle de Extremadura "junto a un monte grande y ojos de agua que llaman de Santa Lucía".

Quince años después de fundado Monterrey, en 1611, sucedió la primer inundación de la que se tiene referencia, destruyendo la ciudad original que estaba cercana a los Ojos de Santa Lucía. 

En el año de 1612, se desató en la región un temporal de  lluvia  que  acabó  con  los  pocos jacales y pertenencias de sus pobladores debido al desbordamiento del río Santa Catarina. Ante esta catástrofe, Diego Rodríguez, justicia mayor y capitán del Nuevo Reino ordenó el traslado de la población al sur del ojo de agua, teniendo como centro la Plaza Real, hoy plaza Zaragoza, que forma parte en estos días de la Macroplaza.

La población siguió creciendo, poco o poco, ya que la ciudad sólo era visitada como punto intermedio de viaje.
Durante su desarrollo, la ciudad sufrió algunas inundaciones más con la crecidas, de tiempo en tiempo, del Río Santa Catarina, como las ya descritas:


  • 1636, el cronista Alonso de León se refiere a ella tan destructiva que "parece se abrieron las cataratas del cielo y rompieron las fuentes del abismo de las sierras, según las bocas por ellas reventaron... llevándose las arboledas de sus riveras, desgajándose de sus sierras las peñas, causando pavor y miedo, derribó todas las casas de Monterrey y las iglesias, dejándolo hecho un desierto". 
  • 1648
  • 1662, para que los habitantes de la ciudad no la abandonaran, tiempo después de las lluvias y de las inundaciones el general Zavala, entonces autoridad en estas tierras, mandó poner un almacén de harina, semillas y otros alimentos, que fueron repartidos a las familias por más de 10 años. 
  • 1716
  • 1718, se registró una precipitación pluvial de grado torrencial por más de un mes, poniendo en grave riesgo a la población. [3]
  • 1752
  • 1756
  • 1782
  • 1810
  • 1881


En el nuevo siglo se afianzó el brote empresarial, fabril y de concentración de capital, se crearon las hoy insignes universidades, se dio un aumento demográfico considerable; en la segunda mitad del siglo XX Monterrey se consolidó como capital industrial y de servicios, desarrolladora de infraestructura y urbanización e intercambio comercial nacional e internacional. Sin embargo, las inundaciones se siguieron dando: 


  • 1909, en esta año, los días 27 y 28 de agosto, la ciudad se vio envuelta en una tromba que afectó a más del 50% de la población con un gran número de víctimas y damnificados. En los registros de la hoy ciudad de Santiago, situada al sur, se asentó en acta de cabildo que el 9 de septiembre se envió a esta capital la cantidad de $50.00 para los damnificados de Monterrey. [4]
  • 1938, segunda inundación de gran magnitud cuyas aguas llegaron hasta la Quinta Calderón e incomunicó el centro de la ciudad con el lado sur al otro lado de la ribera del río al "llevarse" en su corriente al puente "San Luisito"[5] Cuenta mi Santa Madre de Dios hija que en esta inundación mi bisabuela se tuvo que quedar en el centro de Monterrey, donde trabajaba, debido a la desaparición del puente.
  • 1967, en esta año ya contaba yo con 3 años de edad y, la verdad, no me acuerdo de nada. 
  • 1988, septiembre, el río Santa Catarina tuvo una súbita creciente cuando las lluvias dejadas por un meteoro en la Sierra Madre Oriental bajaron por la cuenca del río llevándose viviendas establecidas en el lecho, vados que cruzaban el río, automóviles y autobuses con pasajeros a bordo, se llevó parte de las avenidas Constitución y Morones Prieto, canchas deportivas, los famosos juegos Manzo, vació sobre la ciudad 230 l /m2 en 12 horas provocando decenas de víctimas y cuantiosos daños materiales. El nombre de la tormenta: Huracán Gilberto [6]

Así visto no me queda mas remedio que concluir que, definitivamente, el hecho de que se acumule agua en las avenidas Constitución y Morones Prieto obedece, sin lugar a dudas, al temor de que con lluvias torrenciales el cauce del Río Santa Catarina se llene, desborde e inunde la ciudad.

A pesar de la construcción de la presa Rompepicos en el cañón de la Huasteca, la conciencia ciudadana guarda un temor intrínseco en la mente colectiva que hace que toda instrucción o educación de ciencias hidrológicas a ingenieros o arquitectos, constructores, diseñadores o profesionales del ramo a cargo de los puestos públicos (desde supervisores de obra hasta directores de la secretaría de Obras Públicas) diseñen, calculen, construyan, reparen o modifiquen estas avenidas con la senda precaución de dejar en la superficie desniveles de gran exactitud de manera que el agua que cae en el pavimento de ninguna manera y bajo ninguna circunstancia drene hacia el río Santa Catarina, para que éste no vaya a desbordarse y amenace, como ha hecho a través de la historia, con inundar nuestra “Sultana del Norte”, nuestra “Ciudad Industrial”, nuestra "Ciudad de las Montañas", nuestra Ciudad Metropolitana de Monterrey.

Y, como ha dejado de llover, aprovecharé para irme ya a casa...¿por dónde me iré... por Morones o por Constitución...?
Ciudad Metropolitana de Nuestra Señora de Monterrey a los veintinueve días del mes de agosto del año del Señor de 2007.





 [1]   El río Santa Catarina, que cruza la ciudad de poniente a oriente, nace en la sierra de Sonora, ramificación de la Sierra Madre Oriental, en el municipio de Santiago a 296 metros de altura y se precipita por el cañón de su nombre, delimita los municipios de Santa Catarina y San Pedro Garza García, atraviesa Monterrey y divide en dos el municipio de Guadalupe, se une al río de La Silla y formando un solo torrente desemboca en el San Juan.
[2] En realidad fue el tercer intento por establecer un asentamiento por estos lugares: Valle de Santa Lucía en 1577, por Alberto del Canto; y Villa de San Luis Rey de Francia en 1582, por Luis Carvajal y de la Cueva fueron los anteriores.
[3]Una leyenda relata que en este año llovió torrencialmente durante 40 días amenazando con inundar gran parte de la ciudad. En ese entonces, afuera de la ciudad hacia el poniente, vivía una India tlaxcalteca esposa de un zapatero, quien tenía en casa una imagen de la virgen de La Purísima y cuando las aguas desbordadas del río llegaron a ese barrio, se dice que la piadosa mujer acercó con fe la imagen al borde de las olas. Casi de inmediato, la corriente perdió fuerza salvándose de la inundación aquella barriada y la ciudad también. Este milagro influyó para que esa mujer construyera una pequeña capilla que llamó casa de la virgen, donde las mujeres de esa época iban a rezar todos los sábados, aunque el lugar estaba fuera de la ciudad. Actualmente el templo de “La Purísima” que se encuentra en ese lugar refleja la arquitectura religiosa moderna de la ciudad.
[4] Desde la Ciudad de México partió el 3 de septiembre un contingente de ayuda, al frente de la brigada y como responsable de los socorros se designó al Dr. Fernando López y a la Sra. Luz González. Los acompañaron un grupo de damas altruistas constituyendo la primera brigada de auxilio que abanderó el emblema de la Cruz Roja en nuestro país.
[5] El puente se llamaba "Puente San Luisito", pues conectaba el Centro de Monterrey con el Barrio de San Luisito (ahora, Colonia Independencia). Antes hubo otros puentes en ese lugar, uno de ellos diseñado por el arquitecto inglés radicado en San Antonio, Texas, Alfred Giles. Este puente, como los demás, fue destruido por la corriente del Río Santa Catarina durante una de las inundaciones que afectaron a la ciudad antes de que se canalizara el río. Hoy el puente del Papa, llamado así en honor de la visita de Juan Pablo II a la ciudad en 1979 siendo el puente el podio en donde presidió la ceremonia, cruza el río uniendo la Col. Independencia y el Centro de la ciudad.
[6]El Huracán Gilberto comenzó como una tormenta tropical en el Atlántico el 12 de septiembre de 1988. Era el tercer huracán de la temporada en el Atlántico. Las cálidas aguas del Mar Caribe lo fortalecieron, llegando a categoría 3, golpea con esa fuerza a Haití, Jamaica e Islas Caimán; dos días después el huracán, ya de categoría 5 con vientos de 270 kilómetros por hora, se enfiló sobre la península de Yucatán. “Gilberto” siguió su ruta hacia el Golfo de México, afectando a Yucatán y Campeche. Trece horas después, el Golfo de México alimentó al sistema que se enfiló hacia Tamaulipas. El 17 de septiembre “Gilberto” culminó su recorrido en el Cerro de la Silla, justo sobre la zona metropolitana de Monterrey: una región donde los huracanes nunca llegan. El río Santa Catarina que atraviesa la capital neoleonesa y otros ríos se desbordaron.
N. de la R.: Este documento no debe tomarse como base histórica ya que las fechas, lugares y nombres no concuerdan (y en ocasiones se contradicen) entre las diferentes fuentes de las cuales se tomó dicha información.
FUENTES CONSULTADAS:
·         http:// www.monterrey.gob.mx/historia/index.html
·         http:// es.wikipedia.org/wiki/Hurac%C3%A1n_Gilberto
·         http:// es.wikipedia.org/wiki/Monterrey
·         http:// lectura.ilce. edu. mx:3000/biblioteca/sites/estados/libros/nleon/html/nleon.html autor: Israel Cavazos garza
·         www. monografías.com
·         http:// www.isacamty.org.mx/Latincacs2007/Conoce.htm
·         http:// www.lomelin.com.mx/oferta/monografias/nl/nl_hidro.html







sábado, 12 de octubre de 2013

LA TENTACIÓN

En aquel tiempo el hombre ya había dominado el fuego y la electricidad, y había desarrollado técnicas para la conducción del agua, la voz y la energía eléctrica.
 
Había tomado de la naturaleza el acero y por medio del fuego le dio la forma de una tira cilíndrica y corrugada de diferentes diámetros y con resistencia a la fluencia de 4,200 kg/cm2 y la llamó VARILLA CORRUGADA DE REFUERZO; tomó también rocas sedimentarias de carbonato de calcio y de silicatos de aluminio, las cuales calcinó y molió hasta hacerlas granos finos a los cuales agregó sulfato de calcio, gravas, arenas y agua haciendo una mezcla a la que llamó CONCRETO; así mismo, tomó árboles del campo los cuales aserró hasta dejar piezas de espesor delgado a las que bautizó como TABLAS PARA CIMBRA.
 
Tiempo después, el hombre tomó la varilla de refuerzo agrupando 4 o más piezas de manera vertical rodeadas por piezas dobladas que las unían con alambre el cual se colocaba equidistante a todo lo largo, forró las varillas con la tabla para cimbra a manera de molde con forma de prisma rectangular y vertió en él el concreto, dándole la proporción a los componente de manera que la resistencia a la compresión fuera de 200 kg/cm2 o mayor.  
 
Al día siguiente, retiró las formas de madera y vio que la mezcla se solidificó formando con la varilla un nuevo elemento al que llamó "COLUMNA", repitiendo el elemento en dos direcciones y a cierta distancia de separación. Entonces repitió la operación pero colocando ahora el acero de manera horizontal y apoyando los extremos en las columnas, y al quitar las maderas quedó forjado un elemento horizontal al que llamó "VIGA".
 
Hizo después con la madera moldes más pequeños de prismas rectangulares, pero sin la varilla, y vertió en ellos la mezcla de rocas calcinadas y molidas con una proporción diferente. Al día siguiente, al quitar la madera, quedó formado un nuevo elemento al que llamó "BLOCK".
 
Entonces miró el hombre a su entorno y vio las grandes montañas que le rodeaban y dijo: "Hagamos una montaña artificial a base de columnas, vigas y block, tan alta como las montañas o, mejor aún, más alta que ellas, tan alta hasta llegar al cielo."
 
Fue así como los hombres se organizaron de manera que unos diseñaron la forma, otros calcularon los elementos, algunos los fabricaron y otros más los unieron. Y fueron apilando los elementos de manera que fueron formando una estructura.
 
Vio el Gran Arquitecto que los hombres se habían unido y organizado para cumplir una meta, y vio que era bueno. Pero el Destructor no estaba contento con que los hombres se hubieran unido para tal empresa, así que hizo circular entre ellos la envidia, de manera que unos empezaron a competir contra otros y realizar acciones deshonestas para hacer fallar al otro fallara.
 
En tales circunstancias el Gran Arquitecto envió a sus profetas y entregaron al hombre el "Gran Libro de las Especificaciones y los Reglamentos", para que el hombre los siguiera y llevara a buen término sus obras. En respuesta, el Destructor decidió echar mano de una de sus viejas tácticas: "LA TENTACIÓN", y disfrazado de inversionista tentó al hombre ofreciéndole un fruto agradable a los ojos y codiciable para alcanzar la riqueza.
 
Tomó el hombre el fruto aceptando una MORDIDA y con esto, permitió que los componentes del concreto tuvieran menor proporción, que se colocará menor acero de refuerzo y diversas acciones que produjeran edificaciones de baja calidad, ocasionando en algunos casos el derrumbe de la obra dejando víctimas.
 
Desde entonces sigue organizándose para realizar las obras desde pequeñas hasta grandes, tan altas hasta llegar al cielo, en las cuales intervienen los hombres fieles que siguen el Gran Libro de las Especificaciones y los Reglamentos, construyendo de acuerdo a ellos, evitando a toda costa la relación y el trato con los hombres seguidores del Destructor que buscan romper las reglas para su beneficio, en una lucha constante entre el edificar bien y el construir mal...